COMO FUNCIONA EL AYUNO
El ayuno tiene poderes curativos y depurativos increíbles, ya que desencadena un proceso
de limpieza interno e íntegro del organismo, siendo capaz de alcanzar hasta la última
célula o tejido del cuerpo.
Cuando se realiza un ayuno de 24 a 36
horas que es el tiempo mínimo requerido,
las enzimas al no tener alimentos que
procesar en el estómago, cambian su
rumbo para dirigirse a los intestinos y al
torrente sanguíneo, destruyendo todo tipo
de desechos tóxicos para el organismo
como son células muertas y enfermas,
microbios, químicos o sustancias
contaminantes, etc.
Al no ingerir alimentos por determinado
número de horas o días, el canal digestivo
se vacía y créeme que lo que vas a
expulsar te provocará asco y gran
asombro porque estas eliminando la materia fecal que tienes pegada y podrida en las
paredes del intestino por mucho, mucho, mucho tiempo.
Como podrás darte cuenta la gran importancia de los ayuno radica en que limpia y depura
a fondo la corriente sanguínea, la sangre transporta el oxígeno y nutrientes a todas las
células del cuerpo, retira los residuos metabólicos de las células para que puedan ser
excretados por los riñones y pulmones, la sangre es vigilante inmunológico del cuerpo
que transporta las enzimas, los glóbulos blancos y otros factores inmunitarios durante las
24 horas del día buscan invasores para destruirlos y si la sangre está sucia no puede
realizar correctamente estas funciones, obteniendo como consecuencia la desnutrición,
disminución de la resistencia, se presenta una toxemia crónica en donde los gérmenes
gozan de total libertar e invaden los tejidos más vulnerables.
Como seguramente tu forma de alimentarte no es la correcta y diariamente agredes a tu
organismo, lamentablemente tu sangre y tejidos acumularan toxinas y perderán su fuerza
para poder funcionar normalmente. Si tu no limpias tu organismo de forma regular de
estas toxinas, la toxemia será cada vez más fuerte, agravándose al punto de que el cuerpo
no es capaz de soportarla, presentándose dos situaciones; LA PRIMERA es que el
organismo realiza una limpieza espontanea que se presenta en forma de diarrea, acné,
erupciones, sudor maloliente, hedor corporal, halitosis, etc.; o LA SEGUNDA que el
organismo renuncia por completo a esta lucha y cae víctima de un cáncer, una
tuberculosis o cualquier otra enfermedad degenerativa.
El ayuno restablece el pH de la sangre, ya que la acidosis de la sangre hoy en día es uno
de los grandes problemas de la civilización ya que puede alcanzar niveles que el
organismo no puede soportar, porque la corriente sanguínea deposita el acido en las
articulaciones en forma de cristales, los mismos que luego se convierten en los famosos
espolones que sueldan o compactan las articulaciones porque sustituyen al líquido
sinovial que las mantiene lubricadas lo que ocasiona una dolorosa he incapacitante artritis,
sin embargo el ayuno permite que las enzimas entren en las articulaciones y disuelvan
dichos cristales, ayudando a restaurar el líquido sinovial y recobrando la movilidad de las
articulaciones. Por esto cuando realices un ayuno, debes tolerar los síntomas secundarios
ya que estos se deben a los cristales ácidos y otras toxinas que van en grandes cantidades
a la corriente sanguínea para ser eliminados.
El medico Chang Tsung-cheng de la dinastía Sung, en el siglo X de nuestra era, ya
escribió detalladamente sobre los beneficios de limpiar el colon de las toxinas y residuos
en él acumulados y manifiesta que es una forma muy práctica de curar toda clase de
trastornos.

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